jueves, 12 de abril de 2012

La FELICIDAD (y 2)

Madre mía... 2 posts casi seguidos... Me va a dar algo.

Venga, vamos a comentar el segundo dia del Congreso de la Felicidad.

Este segundo día prometía incluso más que el primero.

Empezábamos con Matthieu Ricard. Se supone que es la persona más feliz del mundo. Pasó de realizar labores de investigación con premios Nobel a dejarlo todo, raparse la cabeza e irse al Tibet a meditar. Qué cosas...
Su ponencia giró en torno al amor y la felicidad, los placeres sencillos.
Una buena frase fue: "El altruismo es el camino a la felicidad" a la que yo añadiría que la felicidad también nos lleva al altruismo. Probablemente se alimenten el uno al otro, sean la misma carretera con dos sentidos.
Abogó por el amor incondicional como mecanismo para que comience el cambio. Aunque creo que hay otra multitud de factores que pueden alentar a ese cambio, sin ninguna duda lo único que hacen es complementar a ese amor incondicional. Muy de acuerdo con el monje.

Y para seguir con el tema religioso, la siguiente fue Sor Lucía Caram o "la monja cojonera" como ella misma se definió.
Esta monja es, para mi, el claro ejemplo de que ser una buena persona esta por encima de religiones y creencias. Esta mujer es monja porque fue el camino que encontró para ayudar a los demás. Ni más ni menos.
Apasionada, activa y combativa. "La única indignación valida es la que se vive creando alternativas". Ahí queda eso. Generosa, "La felicidad es vivir sin retener" y con las cosas bien claras: "la felicidad es el camino por el que transito, no una meta". Efectivamente, las metas se alcanzan y se acaban. La felicidad no debe acabar nunca.

Y en estas estábamos cuando llegó una de las sorpresas del congreso, para mi que no conocía de nada a este tipo. Un tal Jaume Sanllorente. Un chico con aspecto de RR.PP de cualquier garito pijo de moda (vale, todos tenemos prejuicios y a mi no me gustan estos garitos). Pues no podía estar más equivocado.
Creo que su historia fue la que más me emocionó hasta el punto de ponerme el corazón en la garganta. Jaume es el fundador de Sonrisas de Bombay. Un pequeño orfanato que cuidaba de 40 niños ahora se ocupa de más de 5000 personas.
A él unas vacaciones le cambiaron la vida, pero a un montón de niños se la salvaron. La situación de los niños en Bombay es vergonzosa. Sus opciones son estas:

- Recoger basura con su familia para venderla al reciclaje (esta es la mejor opción).
- Caer en la prostitución con 4, 5 y 6 años.
- Caer en el poder de las mafias que les mutilan para que den más pena al mendigar.

Con este panorama, la labor de Jaume allí es heroica, hasta el punto de tener que ir con escolta por ser objetivo de estas mafias.
De su exposición me quedo con la siguiente frase: "Una vida en la que no hay entrega a los demás, no es vida"
Un tipo admirable y si todos tuvieramos un cuarto del valor que tiene él, otro gallo nos cantaría.

Llegamos a la mesa redonda, de la cual, a pesar de estar eminencias como Blanca López Ibor, tengo que destacar a Javier Sádaba.
Solo le he escuchado un par de veces, pero desde ya me declaro MUY FAN de este filósofo.
Empezó arremetiendo contra "el pensamiento correcto", ese que no acepta matices. Luego dijo algo tan sencillo que a veces te preguntas cómo es posible que nos cueste tanto hacerlo: "hay que evitar el sufrimiento evitable, basta de comerse el coco". Más de acuerdo no puedo estar. ¿Cuanto tiempo perdemos preocupándonos por cosa nimias, de las que hacemos un mundo? ¿Realmente son tan importantes? ¿Realmente merecen que me preocupe y sufra por ellas? Basta de buscar problemas. Parece que si no estamos atormentados por algo llevamos una vida superficial. Y esto es mentira.
"El bien habita en los pequeños detalles". Y normalmente son tan pequeños esos detalles que los pasamos por alto. Quizás deberíamos prestar más atención y ser más humildes.
Javier, ya tengo tu libro "La vida buena" pidiendo guerra y seguro que me va a encantar. MUY FAN.

El congreso se clausuro con el siempre brillante Punset y con un alegato a la importancia que la música tuvo en su vida de Carlos Jean, que yo entendí como una historia de individualidad y personalidad. Busca lo que te gusta y hazlo. No importa lo que te digan los demás. A quien le tiene que gustar es a ti.

Bueno y a todo esto, ¿qué es para mi la felicidad? Intentaré no ser muy cursi.

Para mi la felicidad no es un destino, es un viaje en el último vagón de un tren. Y digo el último porque es el único desde el que puedes mirar atrás. Tan importante es no anclarse en el pasado como no perderlo de vista porque, nos guste o no, ese pasado nos define. La felicidad es mirar a la cara a ese pasado y no tener nada que reprocharse, nada que te evite continuar tu camino, ninguna mochila demasiado pesada. Y si tienes algún reproche, baja del tren y arréglalo.
Porque hay una cosa que no os he dicho... Este tren no es un tren cualquiera. Te puedes bajar en cualquier momento, lo puedes perder la veces que quieras... Este es el único tren que SIEMPRE pasa otra vez.

y para vosotros?

1 comentario:

  1. Magníficos los dos posts, Jesús. Lanzas una pregunta complicada porque seguro que tiene más de una respuesta. Lo que me parece claro es que la felicidad es algo que está en nuestro "coco" y que no tiene que ver con lo que se tiene o lo que se es. Para mi, la felicidad tiene que ver con el sentido. Algunos de los ejemplos que se presentaron van por ese lado (la monja, el chico de Bombay...) Y ese sentido a mi me lo da Amnistía Internacional. Pero también puede ser que tenga que ver con el Ego, quiero decir, que cuando no somos felices siempre interviene el maldito Ego que es insaciable y por eso no somos felices, estamos siempre insatisfechos, nunca tenemos ni alcanzamos lo que ese monstruo insaciable demanda.... Bueno, podría seguir mucho más.... Gracias por tan buenos resúmenes. Y qué cierto lo del tren!!!

    ResponderEliminar