Olvídalo. No ayudan.
Olvídalo. No te van a ayudar. No importa que sean de derechas
o de izquierdas. Los políticos han conseguido estar totalmente fuera de la
realidad y han dado la espalda a la gente. No saben nada de nosotros y, lo que
es peor, no les importa.
Quizás sea el momento de hacer lo mismo con ellos. Con
todos. Quizás sea el momento de ignorarlos. Tomarlos como si fueran el tiempo.
Algo que está ahí. A veces llueve, a veces hace sol. Intentar vivir como si no
existieran. Y en las próximas elecciones que vaya a votar quien yo os diga. Que
los domingos están para tomar el aperitivo con los amigos.
Pero quizás también ha llegado el momento de dejar de buscar
excusas. De ofrecer nuestro mejor yo para salir de donde nos han metido estos inútiles.
Así como que llueva o haga sol no nos impide ir a trabajar y hacerlo lo mejor
posible, tampoco deberían impedírnoslo estos parásitos, porque al fin y al
cabo, trabajas para ti. Y a quien deberías rendir cuentas a final de mes es a
ti mismo.
Quizás sea el momento de que la gente trabajemos para
nosotros. Para ti y para el compañero que se sienta al lado, que está en la
misma situación que tú. Olvidemos políticos, banqueros, FMI, gurús iluminados… Como si no
existieran. Pero para siempre. Son circunstancias contra las que poco podemos
hacer más que ignorarlas. Como la tormenta que crea el charco que hay que
cruzar para llegar al destino.
Es el momento de dar el máximo, pero no por tu empresa, ni
por el gobierno, ni por el país ni por Europa, ni por el Euro. Nada más y,
sobre todo, nada menos que por ti.
Sé inquieto, aprende cosas nuevas. Si tu cambias tu pequeña
parcela vital y el de al lado cambia la suya, entre todos cambiamos el mundo. Y
todos esos parásitos necesitan de nuestra atención para existir. Según la vayan
perdiendo se irán difuminando.
Quizás sea el momento de la gente.