miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Qué nos pasa?

Bueno, este no será un post muy optimista.
Está claro que estamos en una situación económica complicada, le echamos la culpa a los mercados, a los bancos… Pero detrás de todos estos negocios hay personas que los dirigen. Y aquí viene el problema y una pregunta que me está rondando la cabeza desde hace un tiempo: ¿qué tipos de personas hemos y estamos educando?
La educación que hemos recibido nos ha traído hasta aquí. Creo que es un problema de base. Hemos creado una sociedad basada en una competitividad insana, en la que el éxito personal es menos éxito si no va ligado al estrepitoso fracaso del otro. Incluso a veces vale fracasar si el otro queda peor parado.
No nos vale con estar bien si hay otro que está mejor. Nos cuesta mucho ser felices con lo que tenemos si otro tiene más. Somos incapaces de mirarnos a nosotros, solo a nosotros, sin compararnos.
Creo que ese ambiente de ley de la selva ha creado una sociedad enferma ya no solo en nuestros trabajos, también en nuestra vida personal.
Hace poco leí un reportaje en un periódico de tirada nacional que me dejó la sangre helada. En el hablaba de la principal causa de muerte violenta en el mundo. No, no son las guerras, ni los accidentes de tráfico. Es el suicidio.
Hablamos de 4500 muertos al año solo en España. Cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo. Sí, creo que es suficiente para hablar de una sociedad enferma.
¿Qué puede llevar a una persona a ese extremo? ¿Cómo se llega a caer en ese pozo en el que la única salida es el suicidio? ¿Qué valor dan a las cosas que tienen?
A medida que leía el reportaje me iba haciendo todas esas preguntas. Entonces la psiquiatra Carmen Tejedor formuló la pregunta perfecta en dicho reportaje. “¿y usted, por qué no se suicida? Cuando conteste entenderá por qué el suicida sí lo hace.”
A veces hay que hablar de estas cosas. Yo tengo que hablar de estas cosas porque necesito hablar de las cosas que no entiendo. Y cada vez entiendo menos al mundo.
Acabo el post como lo empecé.
¿Qué nos pasa?

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